Te fuiste, mi corazón te extraña. No puedo aceptar tu partida, porque aún te recuerdo, recuerdo cada momento que pasamos juntos, en aquel lugar cuando nos conocimos, cuando compartíamos nuestra amistad. Te fuiste sin decir adiós, dejando un frió invierno en mi corazón. Te fuiste dejando destruido todo lo que construimos. Me dejaste sola completamente sola. Estás en mis sueños, te veo, te siento. Cada noche subo a mi terraza a mirar la contemplación de las estrellas, y veo tu rostro tu bello rostro tan perfecto. Al despertar sigues aquí, voy a enloquecer. SI NO REGRESAS.